La vida es un océano de
incertidumbres, nunca vas a saber qué va a pasar. El futuro algo incierto, el
pasado algo pasajero y el presente tú lo decides. Hay presentes ilusionados y
presentes de desilusión, de risas y de llantos, de amor y de desamor. Puede que
sea como un juego a cara o cruz o puede que más bien sea como el parchís, no lo
sé. Lo cierto es que yo vivo un presente increíble, uno de esos que no tienen
nada que envidiar a las mejores novelas. Puedo parecer pretenciosa o idealista
pero no lo soy, soy realista.
Un día escuché a un señor
que explicaba que la vida estaba escrita, no sabía por quién pero lo estaba.
Explicaba que alguien escribe nuestra historia en una pluma de tinta sobre una
especie de pergamino mientras nosotros vivimos y decide cómo será nuestro
futuro. Ahora bien, hoy estoy segura de que si es verdad lo que decía ese señor
quien está escribiendo mi vida, en este preciso instante , no lo ha podido
hacer mejor. Se ha superado, ha superado los ideales. ¿Por qué? Sólo soy una
persona más, pero lo que me hace especial es él. Sí, ese chico que apreció sin
explicación. Él ha dado a mi vida un giro de trescientos sesenta grados sin
esperar a que diese la aprobación, arriesgó y ganó, obtuvo lo mejor de mí hasta
conseguir que perdiese mi uso de razón. Él ha conseguido que ignore la razón y
me deje llevar sin importarme si nuestra relación es una locura porque si lo
es, es nuestra y me encanta.

Y aquí
estamos, con una risa en la cara, inmunes a los obstáculos, luchando por una
vida juntos porque su sonrisa no se podría comprar ni con todo el dinero del mundo.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario