Dos cuerpos. Un mismo sentimiento. Miles
de kilómetros entre ellos. Caricias imposibles. Sueños inalcanzables.
Distancia. Dolor por no tener cerca lo que uno más quiere. Sonrisas. Por saber
que en la otra punta del mundo él esta ahí esperándola. Para cumplir sus
sueños. Para hacerla tan feliz como ella se merece. Para llevarla a las tantas
de la madrugada por las calles con un café en la mano. Para planear esos viajes
juntos legendarios. Para besarse. Descubrir nuevos amaneceres. Para amar como
nunca antes. Sentir lo que nuca los mejores escritores pudieron escribir. Aprender
que la espera valió la pena. Para sellar su amor. Y demostrar que su amor
seguía intacto a pesar de la distancia. Y sobretodo, que su amor es cosa del
destino.
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